¿Cómo descubrir aquello
que está más allá de mí mismo?
¿Cómo encontrar lo más bello
sin caer antes por el abismo?
Trascendiendo las fronteras
que me tienen prisionero,
superando las barreras
de este cuerpo traicionero.
El campo que me rodea,
el cielo el mar y la tierra,
la hierba que pronto verdea,
la vida que a mi se aferra,
forman parte de mi alma
y pertenecen a mi cuerpo
y me proporcionan la calma
que constantemente anhelo.
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