Según hemos leído en los periódicos, el gobierno alemán estudia la posibilidad de reintroducir el servicio militar obligatorio en situaciones críticas para apoyar a las Fuerzas Armadas en caso de que Alemania, dentro de una misión de la OTAN, debiera defender sus fronteras. Este estudio responde a su nuevo concepto de Defensa civil en caso de situaciones extraordinarias.

El nuevo proyecto del Gobierno alemán recoge además que los civiles apoyen al ejército en cuestiones de organización de suministro y de infraestructuras de alojamiento. Las empresas civiles deberán participar en la construcción, inspección o arreglo de los cuarteles.

¿Qué teme Alemania? ¿A Putin?, ¿a Rusia? A Rusia hay que conquistarla con la amistad, con el diálogo, con el cariño y con acuerdos geoestratégicos. Rusia es cristiana y europea. No es asiática aunque sus fronteras lleguen hasta Japón.

El enemigo de Alemania no es Rusia. Son parte de sus ciudadanos germanófobos e indolentes. Es su falta de natalidad, de ilusión y de amor a su país. El enemigo ya lo tiene dentro: son todos los refugiados y emigrantes islamistas que acabarán con la civilización más relevante de la historia de la humanidad.

El grave peligro del nuevo ejército es que se nutriría de inmigrantes y nacionalizados musulmanes, que es lo que ocurriría. No habría mejor plan que este para destruir Alemania y, después, Europa.

¿Quién está manejando a Merkel? Desde luego, nuestro peor enemigo.
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