Salamanca, poesía y alegría de la eterna juventud mía. Dorada, azul y misteriosa, embrujadora y luminosa. Corría el vino, y las canciones salían de nuestros corazones, abrigadas en la noche estrellada, alegres hasta la madrugada. El calor del estío en las noches acogía los deseos e ilusiones, las jóvenes y bellas fantasías engarzadas de amor […]