El cielo de nubes se cubre
en un fresco mes de octubre.
Las nubes que sirven de ubre
de lluvia fresca e intensa,
estallan en fuerte tormenta
y la lluvia se acrecienta.
Una sinfonía de colores
se extiende por los albores
como la sexta de Beethoven
viejo y al tiempo joven.
Buscando refugio del alma
y descanso para el cuerpo
encuentro al fin la calma
poniéndome a cubierto.
En la cueva metido
solo y del mundo huido
libre del frío aterido