La musica para muchos
es el mundo de la nada
Una parte cercenada
de su vida.
Ruidos reiterativos
se apoderan de sus mentes vacilantes,
buscando sensaciones alienantes
y mundos alternativos.
Sin vida.
Nunca sabrán de la coherencia de Bach,
de los los placeres e ideales
de Haendel, Motzar y Beethoven.
Ni de los sentimientos sublimes
de Schubert, Tchaikovsky, Maler;
ni de las heroicidades
de Wagner, Puccini o Verdi.
Las diversiones de Johan Strauss,
los sentidos de Debussy.
La profundidad del alma de Richard Strauss.
La sensibilidad de las ideas y placeres,
la emoción cierta e inherente
donde se aúnan los pareceres
y se sublima lo evidente.
Emoción cierta, clara, incontestable,
hermética y flagrante, inescrutable
al tiempo que vívida y tangible
en una percepción tan invisible.
Música que te completa
y te envuelve,
que no te envilece.
Música que te hace más fuerte,
más vivo, más grande,
más hombre.
Es muy tarde, tengo mucho trabajo, pero no quiero terminar el dia sin darte las gracias, los que amamos y sentimos la musica, somos como instrumentos musicales de alguna forma.