La indigencia se va extendiendo
como una mancha de aceite
en el agua del conocimiento
de la sabiduría y el talento.
Con irresponsable deleite
crece la Indigencia moral
económica y cultural
del pueblo fatal indolente.
Sólo queda una elite
que pudiera hacerla frente
sin armas y sin fuerzas
suficientes.
¿Será también indolencia
de esta clase que en potencia
podría arreglar tal suerte?