La magia de la luz y las cavernas,
el sol cegador y las estrellas
del gran oráculo estremecedor
del gran hacedor y actor.
Conjuros y deseos de amor,
de historias victoriosas sin temor
bajo el misterio del claroscuro,
bajo el éter sin aire puro.
Palabras terribles y bellas,
firmes estas y aquellas,
en un estado embriagador
y un ritmo enloquecedor.
Vírgenes, brujas y meigas
se suceden alrededor
mientras dudas ya al verlas
entre el ánimo y el temor.
La ignorancia matutina,
la inconsciencia vespertina,
el delirio de la imaginación
en nuestra pobre dimensión
limitan nuestra razón.