El triunfo ante la adversidad es el mayor anhelo del hombre.
La rebelión ante su destino, el dolor y la muerte.
El triunfo ante la adversidad se manifiesta de manera paradigmática en la resurrección de Cristo tras su bárbaro martirio y muerte.
El hombre se ve reflejado en Cristo, hombre resucitado y todo poderoso; Dios mismo, que nos resucitará y juzgará.
Pero la virtud, la pasión, la muerte son necesarias para la resurrección gloriosa.
El mensaje de Cristo de amor y caridad se hace fuerte ante el contrapunto del martirio y del dolor.