Amar es querer la rosa más hermosa
querer al ser amado más que a otra cosa
y sentirse inundado del éter acogedor
que envuelve a los amados en un aire embriagador.
Amar así es pasar de la pasión a la ternura
para con pasión amar al otro con frescura
sintiendo a cada instante una continúa atracción
que cariño y ternura embargan con emoción.
¿Qué será de los amores tristes del corazón?
¿Qué será de los placeres de la obtusa razón?
Los claros amaneceres del alma serena
se funden con los calores sobre la arena.