Qué mejor que analizar las causas de fondo de la caída de la civilizacion Romana en Occidente para ver la correlación con lo que ha pasado con la caída de otros imperios como el Hispánico y, desgraciadamente, con la incipiente caída de Europa.
La caída del Imperio Romano de Occidente se produjo según Otto Seeck, a partir del siglo III a causa de la progresiva desapareción de la élite que dirigía el Estado Romano en un ambiente de desinterés de las clases dirigentes en reproducirse, lo que conllevó un descenso demográfico de los habitantes autóctonos de Roma. Un ambiente en el que los emperadores se dedicaron a exterminar la capacidad y el mérito personal, y a extender la mentalidad servil. El resultado obvio de todo ello fue la decadencia y el hundimiento del poder imperial.
Otro de los factores clave causantes del fracaso del Bajo Imperio fue que, a medida que se iba volviendo más burocrático (la alta administración pasó de unos 200 cargos a 6.000 desde Trajano a Teodosio) el poder fue acumulándose en favor de los funcionarios que velaban por sus intereses personales, lo que llevó a la corrupción, los abusos de poder y la creciente incapacidad para enfrentarse adecuadamente a los problemas administrativos y militares.
A pesar de todo, la toma de poder de los godos, ostrogodos y visigodos, no supuso la ruptura con el mundo antiguo, que seguía existiendo en los territorios del Imperio. Según exponía Henry Pirenne, la verdadera causa de la ruptura con la tradición de la Antigüedad la habría producido el rápido e inesperado avance del Islam, que interrumpió las rutas comerciales del Mediterráneo y llevó al declive de la economía europea, provocando un largo período de autarquía.
La riqueza conseguida sin esfuerzo es motivo de indolencia por parte de la población y del desinterés de las clases dirigentes, la corrupción y la baja natalidad son los elementos clave que debilitan a las naciones haciéndolas susceptibles de ser invadidas y arrolladas por otras.
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