Eres menos que la siete mil millonésima parte de los hombres. No te olvides nunca de eso. Hay más de siete mil quinientos millones de personas igual que tú. Más todos los que ya murieron, más todos los que están por nacer. Eres un granito de arena en la gran playa de arena de la humanidad. Reconócelo, se humilde.
Y sin embargo eres único, el más importante, el centro de tu vida, eres el cristal a través del cual todo existe. Nada existiría para ti sin ti. Eres quien eres, no lo olvides. Estate orgulloso de ti, de ser tu, el único. Cuídate, ponte en valor, reconoce tus virtudes y derrámalas sobre los demás.
Este es el misterio y esta es la grandeza: un grano de arena que ocupa toda la playa.