No soy engreído ni arrogante
pero tengo vanidad
Ni me envanezco ni me jacto de nada
pero tengo vanidad
Porque mi gloria es vana
no verás en mi la soberbia
ni me veras tratar con altivez o altanería
nunca a los que me rodean,
pero tengo vanidad.
Y tengo orgullo, un orgullo,
que trato de vivirlo
con cierta humildad,
modestia y sencillez.
Y presumo de mí mismo
y, porque necesito a los demás,
tengo vanidad…
.