En estos meses se han realizado grandes avances sobre conocimiento del sistema inmunitario y del comportamiento genético y molecular de las células ante los ataques de virus y bacterias. Ante los ataques víricos, nuestro organismo tiene dos tipos de defensa. Uno es el de protección de nuestras células impidiendo que los virus penetren en ellas y otro es la labor de ataque a estos cuerpos por parte de nuestro sistema inmunitario.
¿Por qué hay personas que no se infectan? ¿Por qué personas infectadas no desarrollan la enfermedad? ¿Es esto debido a la producción proteínas, y enzimas que protegen a las células ante el ataque de los virus no dejándoles entrar? En este caso, ¿cómo podríamos favorecer este proceso? ¿con mejoras y/o complementos nutricionales? ¿Qué podemos hacer de manera proactiva y preventiva para así impedir el ataque vírico?
Los estudios genéticos parecen haber descubierto ciertos genes que intervienen en el proceso de la formación de aminoácidos y formación de proteínas que afectan a enzimas que hacen reaccionar los procesos en las células.
Estrategias frente al SARS-Cov-2
Recientemente, mi amigo el académico profesor Bartolomé Ribas, médico y farmacéutico investigador del CSIC, me hizo llegar algunas observaciones para la protección celular contra el coronavirus que creo de gran interés. Recomendaba tomar zinc y cisteína para tener un buen sistema inmune en marcha, y una mitocondria que trabaje holgadamente, y rechazar todo virus que penetra en la célula o en la mitocondria. Decía que la cisteína es un transportador del zinc a todos los órganos sistémicos y por supuesto los iones Zn entran en la mitocondria. La cisteína es Carrier del Zinc y el Selenio, cofactores de más de 300 proteínas. La cisteína en forma de glutamil-cisteinil-glicina es el glutation, y activa la glutation peroxidasa y la glutation reductasa reduciendo el ambiente celular y por supuesto neutralizando los radicales libres, que como todo el mundo sabe, dañan las membranas celulares y matan por tanto la célula. La dosis recomendada es de 1 comprimido de zinc de 50 mg al día, en ayunas, y 2 comprimidos de Cistina por la mañana y dos por la noche. He leído recientemente la noticia de que al presidente Trump le están suministrando Zinc.
Otra estrategia preventiva, que es la más frecuentemente utilizada, es la de la ayuda a nuestro sistema inmunitario para que ataque con éxito al virus invasor mediante la generación de anticuerpos. Son las llamadas vacunas preventivas.
Luego están las estrategias, cuando la infección ya se ha desarrollado. Una mediante vacunas terapéuticas, es decir, generando linfocitos que atacarán la infección, La otra mediante medicamentos retrovirales o antivirales. Esto, acompañando de otras terapias dedicadas a paliar los efectos y resolver el cuadro clínico de la enfermedad desarrollada por la infección.
Nuevas amenazas
Nos encontramos ahora con graves peligros: el desarrollo de nuevos virus desconocidos y por ello cada vez más letales, y el desarrollo de lo que venimos hablando como multirresistencia bacteriana, de nuevas bacterias resistentes ante todo tipo de antibióticos.
Y hay más, nos enfrentamos a nuevas amenazas, como la zoonosis y la amenaza vectorial. Las enfermedades transmitidas por vectores como el dengue, la malaria, el zika, el Chikungunya o la fiebre amarilla constituyen, según la ONU, la principal amenaza mundial contra la salud, y otras amenazas biológicas que forman parte de la llamada guerra híbrida y el terrorismo. España puede ser un gran “campo de minas” por la amenaza vectorial y la introducción de patógenos, en un entorno favorable con condiciones de agua, humedad y calor.