Mi niña de ojos hermosos,
grandes y preciosos,
y largas pestañas
de alegres mañanas.
Gentil y dispuesta,
segura y afanosa.
Firme y enhiesta.
de cara preciosa;
prudente y picaruela,
inteligente y buena.
Quiéreme, niña, sí,
mi princesa,
como te quiero yo a ti,
con amor que no cesa.