Adiós Granada, Granada mía,
ya no volvere a verte
mas en la vía.
¡Ay, me da pena!
vivir lejos de tu vega
y del sitio onde reposa
el cuerpo de mi morena.
Dobla campana, campana dobla
que tu triste sonido
me traen las horas,
que horas tan negras
en la cajita la veo
y la nieve de sus labios
aun en los mios la siento.
Dobla, dobla campana…