Hay estudios que avalan que en diez o doce años España podría alcanzar a Alemania superando a Francia e Italia. España se convertiría en una gran potencia europea y conseguiría un bienestar social hasta ahora nunca imaginado. Pero eso solo se alcanzaría con gobiernos democráticos moderados que defiendan las libertades. Desde luego situaciones como la actual, en que hay el riesgo de que un movimiento antisistema pueda alcanzar el poder, pueden dar al traste con esa posibilidad.
En España no hay un partido de derecha ( ni por supuesto de extrema derecha) que haya conseguido representación parlamentaria. En España contamos con un PP de centro derecha, cuyo gobierno reformista no representa a la derecha, contamos con Ciudadanos, partido de centro izquierda, con el Psoe, que representa hoy una izquierda radical, todos hasta ahora en encuadrados en el ámbito de las democracias liberales occidentales.
Frente a estos hay un partido demagógico de extrema izquierda, antisistema, disfrazado de democrático, cuyo único objetivo es destruir nuestro sistema democrático de libertades. Para ello emplean la incitación al odio y a la violencia, con acciones sacrílegas y ofensivas buscando reacciones violentas, alentando la insumisión ante las leyes y las normas sociales.
El problema se agrava por la deriva continúa del partido socialista hacia la extrema izquierda, el apoyo en ayuntamientos y el seguidismo o defensa que realiza de muchos actos de los antisistema.
Lamentablemente los españoles están hipnotizados por la demagogia de la izquierda y, si no despiertan se irán a la ruina. Sólo un nuevo Pp, en alianza con Ciudadanos (la izquierda moderada) si fuera necesario, garantizaría el cumplimiento de las expectativas al inicio expresadas.
Si desde los partidos democráticos, que reconocen al sistema democrático occidental como el garante de las libertades de las personas y, por tanto, del desarrollo económico y social, si desde estos partidos no se realiza una denuncia fuerte y constante de los partidos antisistema que quieren acabar con el régimen de libertades que disfrutamos, si no se les desenmascara de su disfraz populista, si no se trabaja legislativa y judicialmente en proteger la democracia y la libertad amenazada, sólo podemos espera nuestra ruina y el triunfo de la tiranía.
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