«Tengo 76 años. Excepto por el breve período en los años 50, cuando estaba haciendo el Servicio Nacional, he trabajado duro desde que tenía 17 años. Excepto por algunos graves problemas de salud, trabajé 50 horas por semana, y no di parte de enfermo en aproximadamente 40 años. Hice un capital razonable, pero no heredé mi trabajo, o mis ingresos, trabajé duramente para estar donde estoy. Teniendo en cuenta a como está la economía, parece que la jubilación es una mala idea, y estoy cansado. Muy cansado.
Estoy cansado de que me digan que tengo que «repartir la riqueza» con las personas que no tienen mi ética de trabajo. Estoy cansado de escuchar que el gobierno tomará el dinero que gané, por la fuerza si es necesario, para dárselo a la gente demasiado perezosa para ganarlo.
Estoy cansado de que me digan que el Islam es una «religión de paz», cuando todos los días se pueden leer decenas de historias de hombres musulmanes que matan a sus hermanas, esposas e hijas por el «honor» de la familia; de musulmanes por leves delitos asesinar a musulmanes, asesinar a cristianos y Judíos, porque no son «creyentes»; de musulmanes quemando las escuelas para niñas, de musulmanes lapidando adolescentes víctimas de violación condenándolas a la muerte por «adulterio»; de musulmanes mutilando los genitales de niñas pequeñas. Todo en nombre de Alá porque las leyes del Corán y la Shaaría les indica hacerlo.
Estoy cansado de que me digan que por «la tolerancia hacia otras culturas» debemos dejar que Arabia Saudita y otros países árabes utilicen nuestro dinero del petróleo para financiar las mezquitas y las escuelas madrassa islámicas para predicar el odio en Australia, Nueva Zelanda, Reino Unido, Estados Unidos y Canadá, mientras que a nadie de esos países se le permite financiar una escuela de la iglesia, sinagoga o religiosa en Arabia Saudita o cualquier otro país árabe para enseñar el amor y la tolerancia …
Estoy cansado de que me digan que debo bajar mi nivel de vida por la lucha mundial por el calentamiento, que se permitió y que nadie debate.
Estoy cansado de que me digan que los adictos a las drogas tienen una enfermedad, de ayudar a darles apoyo, tratamiento, y pagar por el daño que hacen. Hacer un trabajo gigante salir corriendo por un callejón oscuro, agarrarlos, con polvo blanco encima de sus narices o introduciendo una aguja en su brazo, mientras tratan de escapar.
Estoy cansado de escuchar a ricos deportistas, artistas y políticos de todos los partidos hablar de errores inocentes, errores estúpidos o juveniles, cuando todos sabemos que piensan que su único error fue llegar a ser atrapado.
Estoy cansado de la gente que se siente con derecho a todo, sean ricos o pobres. Estoy muy cansado de la gente que no toma responsabilidad por sus vidas y acciones. Estoy cansado de escuchar a la gente culpar al gobierno o a la discriminación o a los grandes de sus problemas.
También estoy cansado y harto de ver a los hombres y mujeres jóvenes en la adolescencia y principios de los 20 años marcados por ellos mismos con tatuajes en la cara y tachuelas en la cara y el cuerpo, sin un empleo y reclamando dinero del Gobierno.
Sí, maldición, estoy cansado. Pero también estoy contento de tener 76… Porque, en su mayoría, no voy a tener que ver el mundo que estas personas está haciendo. Lo lamento por mi nieta y sus hijos.
Gracias a Dios estoy en el camino de salida y no en el camino de entrada.»
Es deprimente pero a mí si me importa el futuro de mis hijos y de mis nietas.
Hay que reaccionar y ponerse en acción. ¡En nuestra mano está ponerle remedio!
Él está cansado. Otros estamos hartos!