Poesías incompletas porque se completan al llegar a ti, lector, y cobran vida distinta, entonces nueva. Poesías incompletas porque no está todo dicho y apenas empiezan a ser lo que son, en el instante en que los versos se forman en la mano de Ignacio, vuelan.
En este poemario nos habla Ignacio de la vida, del amor, del arte, de la amistad, de la naturaleza y de la felicidad. Va desgranando sus versos con diferentes composiciones y métricas, unas más sobrias, otras más alegres, para componer con cada trazo el paisaje del alma humana y de un mundo más global/ interior y exterior del tiempo, que el poeta presiente y explora con las manos, como ensayando una aproximación distinta, que solo la poesía puede descubrir.