Ayer comentando con Maria Ángeles, Consejera de Sanidad, ex profesora universitaria de matemáticas y doctora en economía, sobre el teorema de Bolzano-Weiertrass y el concepto de punto de acumulación sin fronteras, divagábamos sobre el concepto del cero, que no deja de ser una convención, y del absurdo de la nada como algo imposible. Es imposible que exista la nada.
Me explicaba su concepto del «Punto Gordo» como un medio de explicar a sus alumnos los límites del conocimiento. Ella dibujaba un punto gordo sobre una pizarra vacía y les decía: «la pizarra es el conocimiento y este punto gordo es vuestro conocimiento. La frontera del punto gordo respecto al resto de la pizarra es la parte de conocimiento que vosotros percibís que desconocéis. Cuanto más gordo es el punto, más percibís lo que desconocéis y cuanto más pequeño menos percepción tendréis de lo que no sabéis.»
Me pareció una manera sencilla de explicar aquello de que cuanto más conocimiento tengo más conciencia tengo de lo que desconozco o, el dicho atribuido por Platón a Sócrates: «yo solo se que no se nada»