- ¿Cuáles son los retos inmediatos de la sanidad en España? ¿Por qué?
El reto inmediato es mantenerse a flote; es decir, conseguir que la asistencia sanitaria no se deteriore y eso no será posible sin la connivencia con el personal sanitario. Es el personal sanitario el que debe de olvidarse por el momento de tanta reivindicación y apoyar el hombro para que la prestación sanitaria no se deteriore. Es necesaria la connivencia entre los gestores y los sanitarios para mejorar la eficiencia y seguir dando una sanidad de excelencia.
Un reto importantísimo es el de conseguir una financiación suficiente y finalista; hoy tristemente siguen habiendo facturas en los cajones o, lo que es lo mismo, proveedores sin facturar los servicios. También lo es conseguir la accesibilidad y equidad en todo el territorio español. Hoy tenemos una absoluta inequidad y desigualdad en el acceso a las mejores terapias y a la innovación terapéutica, no ya entre las 17 Comunidades Autónomas sino incluso entre los hospitales de una misma Comunidad.
Otro problema es el de la falta de trasparencia de nuestro sistema sanitario, atnto público como privado. Sobre todo de cara al ciudadano. Nos es posible saber, respecto a los centros y los profesionales, los servicios que ofrece, actividades que desarrolla, recursos con los que cuenta y resultados en salud de cada área y patología.
- ¿A qué creen que se deben enfrentar los nuevos gestores que salgan de las elecciones autonómicas en mayo?
El mayor problema que se pueden encontrar son la desidia, el hastío y la indolencia en ciertos grupos sanitarios, propiciada por el sistema actual. Y esto será la palanca en la que se soportará el progresivo deterioro que está latente en nuestro sistema sanitario.
De las elecciones de mayo deberían salir nuevos políticos, no nuevos gestores. El problema actual es que sanidad está gestionada por políticos y, por tanto muy politizada y sujeta a los partidismos políticos.
Lo nuevos políticos deberían despolitizar la sanidad creando órganos de participación, decisión y gestión formados por profesionales y dotando a los centros públicos de autonomía de gestión y con la misma capacidad de gestión que los centros privados.
Uno de los aspectos más determinantes sería el crear un nuevo Estatuto de la Profesión Médica y Sanitaria en el que se dignifique y proteja esta profesión, tanto si trabajan en un centro público o privado, dejando éstos de ser funcionarios. Hoy en día la profesión médica está maltratada tanto por las Administraciones Públicas como por las aseguradoras privadas.
- ¿Qué peligros/ventajas corre el sistema ante la vuelta de promesas electorales?
El resultado electoral, con unos partidos tradicionales con falta de credibilidad y con el imperio de la demagogia por parte de partidos populistas y extremistas como Podemos, al tiempo que la debilidad de partidos emergentes como Ciudadanos o Vox, es posible que conlleve una fragmentación de la gobernanza, lo que dificultará mucho la gestión de la sanidad, poniendo en peligro nuestro sistema sanitario al impedir las reformas sustanciales que este requiere.
- ¿Qué renovación tecnológica o de eficiencia debe afrontar el sistema?
La escasez de recursos financieros, derivada de estos largos años de crisis, ha propiciado que no se hayan atendido adecuadamente las necesidades de mantenimiento y reposición tecnológica. En tecnologías de la información España ha sido pionera en el desarrollo e implantación de soluciones tanto en el campo de la medicina como de la gestión asistencial. Pero su implantación ha sido muy desigual e insuficiente. El porcentaje dedicado a estas tecnologías está todavía muy por debajo de lo aconsejado por la Unión Europea. Ha habido mucha demagogia y mucho despilfarro en estos últimos 20 años.
Solo podremos hacer frente a los problemas que nos están invadiendo como, el envejecimiento de la población, el aumento de la cronicidad, la innovación terapéutica y tecnológica si cambiamos el chip, despolitizamos la sanidad y cambiamos el modelo sanitario en uno nuevo en el que las 17 comunidades autónomas dejen de ser un problema y pasen a ser una solución.