Drogas, alcohol y programas de televisión alienantes. fútbol y reality shows. Juegos de guerra… Violencia. Indolencia, resentimiento y odio azuzado por los políticos de la izquierda extrema. Insultos y crispación. Confrontación y mentira. Este es el caldo de cultivo en el que se desarrollan gran parte de nuestra juventud.
Esto no puede acabar bien.
Estamos inmersos en un proceso de autodestrucción. Va a ser difícil, va a requerir mucha energía cambiar esta situación. E inteligencia.