Muchas gracias Ignacio Buqueras por tu consideración al invitarme a esta importante reunión.
Yo soy presidente de una fundación que trabaja fundamentalmente en el ámbito de la política sanitaria. Obviamente en este momento estamos con una crisis importante en el sector de la sanidad, en todas las comunidades, también en Madrid, y es una crisis que viene derivada fundamentalmente, además de por la situación económica, por el modelo estatalista de la organización de la producción de los servicios sanitarios públicos, que se iniciaron en el anterior régimen, y que luego quedaron consagrados en la Ley General de Sanidad de hace 26 años. Otras cosas que eran muy importantes y que proponía la ley, no se desarrollaron, pero en cambio, esto que era estatalizar los servicios, la producción de los servicios sanitarios, sí que se hizo.
¿Qué tenemos en la sanidad? Lo mismo que en el resto del Estado, tenemos una hipertrofia administrativa, una hipertrofia legislativa, que es un verdadero galimatías tremendo. Tenemos una invasión de la política en el sistema sanitario, porque, no es que los políticos decidan las grandes políticas que van a favor de conseguir un país sano, en el que no haya exclusión social, que haya unas garantías sanitarias etc., sino que invaden toda la estructura sanitaria, imponiendo gerentes de hospitales por su afinidad política, incluso directores de servicios, y con una centralización tremenda. Los hospitales hoy en día tienen muy poca autonomía para poder decidir sus estrategias y su desarrollo en aras de una mejora y una competitividad, y una mejora de la calidad asistencial y una eficiencia en el consumo de los recursos. Su funcionamiento está muy comprometido por el régimen funcionarial del personal sanitario, por un régimen contable muy deficitario y un sometimiento político total.
El problema se agrava porque tenemos un incumplimiento de leyes y sentencias, como ya se han estado diciendo aquí, y eso afecta directamente a la línea de flotación del Estado. Si ese incumplimiento se hace por los políticos, precisamente los que deberían de demostrar y dar ejemplo del cumplimiento, pues que pasa que estamos entrando en una situación en el que el estado de derecho se cuestiona por todos los lados.
También la propia estructura y funcionamiento interno de los partidos, muy jerárquico y poco democrático, nos lleva a una incompetencia tremenda de los dirigentes políticos y por tanto luego de los dirigentes de los diferentes gobiernos y del gobierno de la nación. Tenemos un muy bajo nivel de capacitación de los políticos.
Nosotros, desde la fundación, lo que estamos tratando es de que la sanidad pase a estar en manos de la sociedad civil, que sean los profesionales, gestores y clínicos, de la misma los que puedan asumir los riesgos y los retos, y plantear todos los elementos de innovación y de mejora de la calidad en un entorno de eficiencia.
Estoy totalmente de acuerdo con el documento que se nos ha mandado, creo que son unas recomendaciones que todos suscribiríamos con los ojos cerrados, pero lo que habría que hacer además, es dar un paso adelante y, a partir de aquí, buscar cambios concretos, saber qué se podría proponer, por dónde tenderíamos más éxito y cómo podemos hacer que, efectivamente, los políticos hagan lo que creemos que deben de hacerse. Hoy en día es muy difícil plantear una propuesta legislativa desde la sociedad civil. Pero, a pesar de las adversidades hay que establecer, hay que buscar la manera de que la vida sea regida por las personas, por los ciudadanos y con independencia. Tenemos muchos cerebros entre nosotros con los que contar para encontrar de qué manera podemos asumir y desarrollar un liderazgo que nos corresponde y que no está sujeto al libre albedrío, al antojo de los políticos.
Si no tomamos ese liderazgo, lo va adquirir la extrema izquierda, la extrema derecha, los antisistema, etc., tenemos que asumir que hay ese riesgo y, si queremos una evolución más justa, más libre, más eficiente, más eficaz de nuestra sociedad, tenemos que hacer algo y no dejarlo en manos de esta gente.
Con tu permiso, Ignacio, quiero deciros que hace poco publiqué un libro que se llama “La Revolución del Sentido Común, el movimiento cívico necesario”, un libro en el que tuve el honor de que me lo prologara Amando de Miguel, aquí presente, con un interesantísimo artículo o ensayo sobre el tema de las autonomías y esta problemática que también hemos tratado aquí, lo podéis encontrar en internet. Muchas gracias por vuestra atención.