Las maneras de Pablo Iglesias ya son las propias de una dictadura: impide el acceso a los periodistas, no admite preguntas, y sus intervenciones son discursos propagandísticos en los que utiliza continuamente la demagogia y el populismo. Es imposible acceder al líder. La misma política que emplearon los nazis, la misma que aplica Corea del Norte.

El encantamiento, atracción, alucinación, deslumbramiento y seducción que sufren los seguidores de Podemos es similar al que obtenía el partido obrero de Hitler. Y no les espera otra cosa que desilusión, desencanto, repulsión y sufrimiento y dolor. Y al final, muerte.

El problema es que cuando se quieran darse cuenta ya será tarde pues tendrán encima una dictadura. Con esta gente desaparecerá la democracia, la libertad y la riqueza, pero no para los ricos sino para todos. La riqueza disminuirá de manea que cada vez habrá menos que repartir. Los pobres cada vez serán más pobres, la clase media desaparecerá y los ricos se irán.
Ante la escasez llegará el desabastecimiento y el racionamiento. Y ante el descontento y las protestas llegara la represión y la violencia contra la población.

Ese es el futuro previsible con Podemos.

¿Cuándo se darán cuenta los militantes de Podemos que sus dirigentes les engañan, que se aprovechan de su buena fe para imponer un régimen dictatorial y comunista en España?

¿Saben los dirigentes de Podemos que están siendo utilizados por potencias extranjeras cuyo objetivo es desestabilizar Europa? ¿Saben que no son más que títeres? ¿Saben que los que mueven los hilos buscan la desestabilización de Europa para invadirla?