Caminé por la blanca Galería
inundada por la luz del mediodía,
respirando en el aire suavemente
la claridad que inundaba mi mente.
La vida es una larga ensoñación,
un sueño difuso seguido de otro,
una esperanza, quimera e ilusión,
un juego, una revuelta, un alboroto.
Caminé por la galería erguido
hacia la luz infinita cegadora,
dominante como siempre he sido,
consciente de que el mundo es ahora
sin sentirme en absoluto herido
y pleno de lo que mi alma añora.
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