Las hojas y hojas que brotan
del pecho leñoso del árbol de vida
rasgan las fibras amarillas
henchidas y abiertas como una herida
perdida,
infinitesimal,
olvidada entre polvo de las estrellas,
ignorada
pero ¡viva!
Brotes y brotes de vida sentida que se renuevan cada día en los corazones.
Sentimientos y vivencias, nuevas vidas que renuevan nuestras ilusiones.
Flotando en el eterno infinito, vagando al mismo tiempo por todos los rincones.