Portugal ni perdió la independencia en 1580 ni obtuvo la restauración en 1640. Los Felipes eran los legítimos reyes de Portugal. Los intereses de la poderosa nobleza portuguesa y los errores de Felipe IV dieron al traste con la unión alcanzada tan deseada desde siglos.
Esto es una muestra:
¿No son, señor, los portugueses tan españoles como los navarros, provincianos de Guipúzcoa, vizcaínos, aragoneses, valencianos y catalanes? Que, aunque estos dichos son españoles como nosotros los portugueses, también como nosotros no son castellanos. ¿Son por ventura los dichos más españoles y más leales vasallos de vuestra majestad que los portugueses? ( lourenço De Mendoça «Suplicación a su Majestad Católica … En defensa de los portugueses». Madrid 1630.