Los arboles caen en la noche oscura
sembrando el bosque de horror y amargura
mientras el viento lo empuja con furia
hacia un mundo de lujuria y penuria.
Los mugidos de las reses que lloran
bajo una luna fría y plateada
sueñan y buscan aquello que añoran
en una noche imposible y malvada.
¡Oh viento, oh luna y noche cerrada,
imposible pesadilla endiablada
que estás vencida por mi clara alma!
Nunca jamás podrás vencer la calma
de mi acogedora y grata morada
donde el amor con la vida empalma.
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