Mi Virgencita de los Dolores,
triste y hermosa como una rosa,
toda cubierta y llena de amores,
vive la tragedia tan amorosa.
Cuida de la gente candorosa
que llora porque tu no llores,
que a tu lado se siente dichosa
y se vuelven mucho mejores.
¿Porqué se sienten esos ardores,
ese desasosiego y esa calma,
ese dolor, ese placer, esos temores,
en lo profundo de mi alma?
¡Dímelo, Virgen de los Dolores!