En Cataluña no se dan las condiciones para unas elecciones libres. Bajo un estado de alarma, una pandemia en crisis y con un problema sanitario enorme. Con una tercera ola de contagios, hospitalizados y muertos tremenda que no cesa. La gente tiene miedo a salir, a contagiarse, a la muerte. Sobre todo la gente mayor, que por la experiencia de la vida siempre es más equilibrada y conservadora. No se deberían permitir unas elecciones en estas condiciones. No hay garantías. No hay libertad. Votarán jóvenes y extremistas de izquierda, antisistemas.

La violencia ejercida en la calle por extremistas de izquierda, antisistema y separatistas, dificulta también enormemente que la gente de orden pueda ir a votar. Debido a la situación de restricciones a la movilidad y confinamiento, no se podrá evitar la coacción, por parte de extremistas de izquierda y separatistas, a los que acudan a votar y a los componentes de las mesas electorales a la hora de hacer los recuentos o de recibir las votaciones.

Por otra parte, tengo la convicción de que los votos por correo pueden ser la mayor fuente de fraude y de que serán manipulados y de que el tratamiento de los datos una vez salen de las mesas electorales pueden también ser manipulados. Y creo que ni Vox, ni Ciudadanos ni el Partido Popular sean capaces de controlar esta situación ni de evitar la manipulación de los datos ni de controlar el tratamiento informático de los mismos.

Habrá fraude. Nos volverán a engañar.