Oyendo a Mozart

Grandes nubes se cernían
sobre el mar de encinas
con sus claros colores
de blanco y de ceniza.

Plomo y plata reluciente
y un anochecer tardío
de tormentas sin frío
tras un largo día candente.

Recuerda las tormentas
que llegarán en el estío
con grandes goterones
y violentos chaparrones.

Experiencias recurrentes
que renuevan los sentidos
y que aclaran las mentes
con los recuerdos queridos.

Radiantes y alegres mañanas
y entrañables atardeceres…
La luz clara de las ventanas
y los cálidos apareceres.
.

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