Seguidamente recojo una selección de declaraciones del Cardenal Gerhard Ludwig Müller en su conferencia titulada “el hombre hecho a imagen y semejanza de Dios: Un manifiesto contra el nihilismo antropológico” pronunciada en México y en la conferencia en Madrid con motivo del 40 aniversario de la última venida del Papa Juan Carlos II a España.
El cardenal Müller nació en Alemania el 31 de diciembre de 1947 (poco más de un mes mayor que yo). De 2012 hasta el 1 de julio de 2017 fue prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y presidente de la Pontificia Comisión “Ecclesia Dei”, de la Comisión Teológica Internacional y de la Pontificia Comisión Bíblica. Muy próximo al Papa Benedicto XVI.
Actualmente se ha destacado por sus conferencias contra la introducción de la cultura relativista, globalista, posthumanista y transhumanista, la cultura ´woke´, que deja al margen al hombre situando en el centro, no al hombre sino a la Naturaleza, y que impregna a parte de la iglesia, que camina en convertirse en una ONG, en busca de una nueva religión global que integre todas las religiones.
La iglesia
«La Iglesia no es una organización religiosa social, construida por cualquier ser humano para mejorar el mundo, más bien es el símbolo de la unión más íntima con Dios y con toda la humanidad»
«El cristiano católico no puede hacer depender su fe de una opción política, resultante de la división civil entre conservadores y progresistas. El cristiano piensa en su relación con Dios, no participa en la vida social como integrante sino como miembro de una familia que trabaja por el bien común»
«El cristianismo no es solo un programa histórico o político, sino que es un encuentro con Jesucristo que es el Camino«
«No se pueden introducir ideologías materialistas, comunistas o posthumanistas en la Iglesia»… «La alternativa a los jóvenes para Jesucristo no son Xi Jimping, Biden, Putin o Sánchez. Yo prefiero a Cristo antes que a todos los políticos juntos. Ninguno de estos políticos tiene una respuesta para la contingencia humana, solo Dios nos abre la puerta a la vida eterna«.
“El cristianismo promueve una civilización de la vida y desafía la cultura del nihilismo antropológico, que tendría que terminar en el suicidio colectivo de la humanidad. El ateísmo es nihilismo. Su fruto es la muerte”
Nihilismo antropológico
“Si el hombre deja de ser una criatura a imagen y semejanza del Dios trino, se hunde en las profundidades del nihilismo antropológico”… “El nihilismo antropológico tiene como padre el orgullo de la criatura que quiere llegar a ser como Dios (Gn. 3,5) y quiere establecer la diferencia entre el bien y el mal, lo verdadero y lo falso por sí misma”.
Su fuente de motivación “es la locura ciega de los impíos, que cambian la «gloria del Dios incorruptible» por sus imágenes ideológicas autofabricadas. Cuando el hombre adora la creación en lugar del Creador, pierde la gloria de los hijos y amigos de Dios”.
El nihilismo antropológico “es significativamente hostil a la vida” ya que alienta el hecho de “matar a los niños en el vientre materno como un derecho humano y la exigencia utilitaria de la llamada ‘muerte piadosa’ (eutanasia) para los seres humanos ‘agotados’ o ‘ya no utilizables’”.
“Pero los frutos podridos del nihilismo antropológico también se muestran en el cuestionamiento (de la familia) del matrimonio entre el hombre y la mujer que se ve como una variante entre cualquier número de posibilidades del disfrute orgiástico de la satisfacción sexual sin la plena entrega en el amor y sin la autotrascendencia a un tercero, a saber, el niño como fruto del amor y el vientre de sus padres”.
De ese modo, “se niega la referencia a la fecundidad del matrimonio, con la que el Creador ha bendecido al hombre y a la mujer para que transmitan, guarden y promuevan la vida creada por Dios”
“Nuestra fe en el Dios y Padre de Jesucristo supera la cultura de la muerte y el nihilismo antropológico. La fe nos abre a una cultura de la vida en el amor de Dios porque somos liberados de la ‘esclavitud de lo pasajero a la libertad y la gloria de los hijos de Dios’”.
“El nihilismo antropológico se vuelve realmente peligroso para la Iglesia cuando incluso los teólogos católicos en posiciones centrales ya no asumen el hecho de la revelación históricamente única e insuperable de Dios en Jesucristo, sino que hacen un compromiso perverso con el posthumanismo, solo para que la Iglesia ‘sobreviva’ como organización social en un mundo moderno sin Dios”… “Si el cristianismo fuera solo una colección de visiones dispares de lo incognoscible divino que se difunde sobre nuestra interpretación teórica del mundo y la forma práctica de hacer frente a la contingencia, entonces realmente no valdría la pena luchar, sufrir y morir por la verdad de Cristo”… “nuestra fe en el Dios y Padre de Jesucristo supera la cultura de la muerte y el nihilismo antropológico. La fe nos abre a una cultura de la vida en el amor del Dios porque somos liberados de la ‘esclavitud de lo pasajero, a la libertad y la gloria de los hijos de Dios”
«El nihilismo antropológico es significativamente hostil a la vida y al cuerpo, tanto en su forma política como en ese patetismo ideológico emancipador de la cultura ‘woke’… «Hemos matado a Dios, y se puede ver en el aborto, en el cambio de sexo… nosotros los cristianos debemos ser los abogados de la verdad«,
España
«No se pueden repetir las ideologías que han provocado un daño enorme a este país con muertos y que han separado a las familias. El Gobierno está obligado al bien común y no a su propia ideología, que es totalmente falsa, materialista, antihumana y que destruye más que unifica». «la interpretación política de la historia» que lleva a cabo la recientemente aprobada Ley de Memoria Democrática como «un signo de totalitarismo» comparable a la Unión Soviética o a la China comunista.
«Tenemos que resistir a estos políticos que se sienten los inventores de la humanidad. Somos ciudadanos libres y Dios nos ha dado el intelecto. No necesitamos los consejos de los políticos para reflexionar sobre el sentido de la existencia humana»
La secularización de la Iglesia
“El antídoto contra la secularización de la Iglesia es la verdad del Evangelio y vivir la fe en el Hijo de Dios que me ha amado y se ha entregado por mí”
El deseo de muchos es lograr una especie de “religión civil” o secular manipulando incluso algunos elementos de la Iglesia. “No consideran que la fe revelada sea verdad, pero les gustaría usarla como material para construir su nueva religión de unidad mundial. Para ser admitida a esta meta-religión internacional, el precio que la Iglesia tendría que pagar es renunciar a su defensa de la verdad”.
Esto “no parece ser un problema, ya que el relativismo dominante en nuestro mundo rechaza la idea de que efectivamente podamos conocer la verdad, y se presenta como garante de la paz entre las religiones y las posturas”. Desean “un catolicismo sin dogmas, sin sacramentos y sin un magisterio infalible”.
Sin embargo, “Jesús no puede ser superado por el cambio de épocas porque la eternidad de Dios engloba todas las eras de la historia y la biografía de cada persona humana”.
“Hoy en día, la frase mágica del tentador es ‘necesaria modernización’. En consecuencia, cualquiera que se oponga a esta ideología será combatido como un enemigo y será acusado de ser alguien tradicional”,
“La crisis en la Iglesia la ha hecho el hombre y ha surgido porque nos hemos adaptado cómodamente al espíritu de la vida sin Dios. Por eso en nuestro corazón muchas cosas no están redimidas y anhelan una gratificación sustituta’.
“Quien cree no necesita ideología, quien espera no busca drogas, el que ama no está detrás de la lujuria del mundo que pasa junto con él. Quien ama a Dios y al prójimo encuentra la felicidad en la entrega de sí mismo”.
Tras la lectura de estas citas, que cada uno saque sus propias conclusiones…
Decía Benedicto que los enemigos de la humanidad se centran en el egoísmo, el relativísmo y el hedonísmo. Hace falta dejar los términos claros y huír de los conceptos ambiguos. Eso es lo que me encanta de tus reflexiones y tus menciones.
Gracias, Alejandro. El relativismo es lo que induce al “vale todo” abriendo la puerta al mal.