Paso el follón, se acabó el ruido. La gente se fue, pero sigue el peligro. Todo el mundo ha huido, todos han partido. Y yo me quedé solo, solo sin abrigo.
Con el pecho al aire, con el cuerpo erguido, con la frente alta como siempre he ido. Feliz de dominar la calma, estando en mi sitio. Consciente de mi fuerza, y contento conmigo.
Salí a vagar por los montes haciendo mi camino, cruzando valles y bosques, buscando mi destino.
En un mundo transformado por mi mente ideado viendo lo que quiero ver y haciendo lo que quiero hacer.
Se acabó el ruido
Escrito por Ignacio Para Rodríguez-Santana el enero 8th, 2013