Amigo, si, a ti te digo:
No quiero me des abrigo
ni que te sientas obligado
a estar siempre a mi lado.
Ni ponerte por testigo
de aquello que pienso o digo
Y cuando me sienta agotado
solo y desamparado,
quiero saber, no te fatigo,
que siempre serás mi amigo.
Amigo, se libre, te digo.