Yo soñaba de niño que mi padre
volvía a mi casa y que mi madre
lloraba alegre al verle tan risueño.
Que su muerte solo era un mal sueño
.
Y sin querer despertarme gozaba
al verle con su brillante uniforme
cuando por las escaleras llegaba
llenándome de un orgullo enorme.
.
¡Qué dramatismo inundó nuestra vida!
¡Cuanto dolor y alegría perdida!
Nunca se pudo cerrar esa herida
.