Un grito de libertad
se oye a lo lejos
ahogado por la demagogia
de los dogmáticos
de los extremistas
de los fundamentalistas
de los tiranos…
Y se pierde entre la muchedumbre
indolente, perezosa,
que vaga
negligente y ambigua
entre la credulidad y
la ignorancia…
en una actitud confusa, equivoca,
relativista.
Víctimas propiciatorias
de tiranos ignorantes
que basan su vida en el sometimiento
de los demás…
Un grito de libertad…
Un grito que se apodera
de aquellos que creen en la verdad del Hombre,
de aquellos que defienden su dignidad,
su individualidad, su creatividad,
su capacidad de amar y vivir
libremente.
Un grito que quiere reaccionar
con diligencia, y determinación,
con esperanza,
con claridad,
en defensa de la libertad,
de la verdad.
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