Un paseo entre las encinas, jaras y laureles
para recibir el año nuevo lleno de mieles.
Subidas y bajadas por caminos de arena
que levantan el espíritu y quitan la pena.
Mencía, Gonzalo e Irene, van y vienen
saltando y cantando, dando lo que tienen.
Nacho y Cayetana, junto con Adriana,
pasean perfectos, envidiando a Diana.
La diosa del bosque, la de la caza,
que tira con arco y no con maza,
en el bosque de hierba sin sol con niebla
donde el silencio se oye y la hoja tiembla.
Un nuevo año viene feliz y risueño
para María Jesús, que es como un sueño.
Y yo, ¡con ellos!